Un punto final para tener
en mente es que, para que los computadores faciliten la propagación de TBEs , deben haber suficientes disponibles para alcanzar una porción deseable de
la población. El acceso a todo tipo de computadores está creciendo anualmente a
lo largo de todos los estratos sociales. En 2009, la mayoría de los
estadounidenses de 69 años y menores usaron regularmente el Internet y desde el
2005, el Internet usado por personas sobre los 70 años ha aumentado
importantemente.
La mayoría de los hogares de los países desarrollados en todos los
niveles de ingresos tienen ahora acceso a Internet, incluyendo 62% con ingresos
familiares inferiores a $ 25.000 por año. Las consolas de juegos pueden
encontrarse en el 33% de los hogares, en muchos hogares de clase media baja
invierten en ellos como opciones económicas para el entretenimiento de los
niños. Más del 77% de los adultos y el 71% de los niños poseen teléfonos celulares.
En el presente sólo el 15% de los estadunidenses posee teléfonos inteligentes,
sin embargo, ese número sigue creciendo. Incluso entre las personas sin hogar
el tener un celular no es poco común, y el uso de Internet es considerable. El
usar computadores para entregar intervenciones de terapia ocupacional a
personas sin hogar está actualmente siendo explorado.
En resumen, ,la tendencia de computadores, consolas de juego y teléfonos celulares a través de los espectros socioeconómicos combinados con la eficacia de nuevas intervenciones
de salud, ha abierto la puerta a nuevas opciones de tratamientos y ha expandido
vastamente el acceso a los cuidados de la salud mental.
EBTs de alta calidad
pueden potencialmente ser proporcionados a cualquiera en cualquier locación, a
un costo razonable, en múltiples lenguajes, en privado, mientras se abole el
estigma. Tales demandas de opciones de tratamiento pueden promover el
"poder de los pacientes" - la activación y potenciación de los
individuos a tomar mayor responsabilidad por su propio bienestar.
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