El movimiento 37 de AlphaGo es mucho más que una jugada en un tablero de Go.
Es un hito histórico en la interacción entre inteligencia humana e inteligencia artificial, una demostración de cómo las máquinas pueden trascender nuestras propias estrategias y crear soluciones innovadoras en ámbitos que antes considerábamos exclusivos de la cognición humana.