Ideas para vivir una buena vida:


Observación Positiva: Haz un esfuerzo consciente para notar las cosas que están sucediendo en tu vida que realmente aprecias y quisieras que continuaran. Esta actitud de gratitud puede cultivar una perspectiva más positiva.

Auto-Relativización: Aprende a no tomarte todo tan en serio. Con el tiempo y la práctica, encontrarás que no todas las situaciones requieren una respuesta intensa o estresante.

Lista de Metas: Crea una lista de 10 cosas que te gustaría lograr o experimentar en tu vida. Organízalas en orden de dificultad y comienza con la más accesible. Este enfoque gradual te permitirá celebrar pequeñas victorias en el camino hacia objetivos más grandes.

Regla de Oro Invertida: En lugar de tratar a los demás como te gustaría ser tratado, trata de entender y respetar cómo ellos quisieran ser tratados. Esto te permite conectarte de una manera más auténtica y empática.

Mejora Relacional: Si deseas fortalecer y mejorar tus relaciones, esfuérzate en identificar el estado de ánimo o las necesidades emocionales de los demás. Luego, intenta satisfacer esas necesidades sin esperar nada a cambio. Dar sin esperar recompensa puede fortalecer los lazos y construir confianza.

Y, por supuesto, estas son solo algunas ideas. La vida es un viaje de autodescubrimiento y aprendizaje continuo, por lo que siempre habrá más formas de enriquecerla y hacerla significativa. ¡Buena suerte en tu viaje!

Giordano Bruno y el Branding

 

Entrevistador: En el mundo de las startups, la innovación y la tecnología, a menudo buscamos inspiración en las ideas pasadas. Hoy, estamos explorando las conexiones entre Giordano Bruno y el ecosistema moderno de startups. ¿Cómo se relaciona el pensamiento de Bruno con nuestras actuales prácticas y objetivos?

Psic. Jorge Orrego Bravo: ¡Gran pregunta! Aunque Bruno vivió hace siglos, sus ideas siguen siendo pertinentes hoy. Primero, reconocía que las historias y héroes que adoptamos tienen un profundo impacto en nuestra personalidad. Esto es esencial en el branding de startups: las historias que contamos y los valores que adoptamos definen nuestra identidad y cultura empresarial. Es crucial ser consciente de las influencias que elegimos y las historias que compartimos.

Entrevistador: Y en cuanto a la tecnología y la interfaz de usuario, ¿cómo se traducen sus ideas?

Psic. Jorge Orrego Bravo: Bruno enfatizaba la importancia de la organización de la información y el uso de imágenes emocionales y potentes. Esta es la esencia de una buena interfaz de usuario: ser intuitiva, estéticamente agradable y emocionalmente resonante. Piensa en cómo las marcas tecnológicas usan logotipos, símbolos e imágenes para evocar emociones específicas en sus usuarios.

Entrevistador: ¡Interesante! Y sobre la evolución del pensamiento, ¿cómo ha cambiado desde la época de Bruno?

Psic. Jorge Orrego Bravo: En tiempos de Bruno, las ideas se visualizaban en palacios estáticos de la memoria. Hoy, con el avance de la tecnología, podemos pensar en redes dinámicas de información. En lugar de estructuras estáticas, tenemos sistemas cambiantes y adaptativos, similares a cómo funcionan muchas plataformas digitales modernas. Mientras que Bruno se inspiraba en la astrología, la cosmogonía y la magia, hoy tomamos inspiración de la neurociencia, la física moderna y las ciencias digitales como la inteligencia artificial. Es una evolución natural del pensamiento humano, adaptándose a la época y tecnología disponibles.

Entrevistador: ¡Fascinante! Las startups y las tecnologías modernas tienen mucho que aprender de filósofos como Giordano Bruno. Gracias por compartir estas reflexiones.

Psic. Jorge Orrego Bravo: ¡Un placer! Siempre hay sabiduría en volver la vista atrás mientras avanzamos hacia el futuro.

Las verdaderas distancias en este mundo digital son las zonas horarias, no los kilómetros.

Entrevistador: A medida que concluimos nuestra conversación, ¿hay algo más que quieras compartir con nosotros?

Psic. Jorge Orrego Bravo: Absolutamente. La psicología, en muchos aspectos, avanza más lentamente que la intuición colectiva o el zeitgeist. El sujeto central de la psicología de hace dos décadas no es el mismo que el de hoy. Y aquí radica una peculiaridad de nuestra disciplina: el observador y el observado son uno mismo. Pretender una completa objetividad en la psicología es tan iluso como intentar nadar sin mojarse.

El individuo de nuestra era —el de Internet, redes sociales, videojuegos multijugador, avatares digitales y acceso casi ilimitado a información— es fundamentalmente diferente. Es un ser en el que los límites convencionales de identidad se han difuminado. Ahora, un joven de 12 años puede debatir sobre física cuántica en línea sin revelar su edad. Las verdaderas distancias en este mundo digital son las zonas horarias, no los kilómetros.

Este "sujeto operativo" requiere una nueva aproximación. Las imágenes, el arte, las maneras de comunicarse han evolucionado. Las terapias y enfoques deben adaptarse a estos cambios, incorporando los avances en neurobiología, las ideas revolucionarias de pensadores como Humberto Maturana, y las innovaciones en terapias basadas en experiencias vivenciales.

Al final del día, debemos recordar que el vasto conocimiento que tenemos a nuestro alcance, desde las profundidades de la neurociencia hasta las maravillas de la física, nos muestra un mundo tan sorprendente y complejo que cualquier intento de reducirlo a simples prejuicios o creencias limitadas lo trivializa.

Entrevistador: Es una visión verdaderamente reveladora de hacia dónde se dirige la psicología y cómo podemos adaptarnos a esta nueva era. Gracias por compartir tus perspectivas y por este valioso intercambio.

Psic. Jorge Orrego Bravo: Ha sido un honor. Siempre es un placer reflexionar y dialogar sobre estos temas.


1.- Entrevista al especialista en terapia computarizada Jorge Orrego Bravo

 

Entrevistador: Cuéntame sobre tu enfoque terapéutico. ¿Cómo diagnosticas y tratas a tus pacientes?

 

Jorge Orrego Bravo: Mi formación inicial fue en terapia familiar, y en esos primeros años, fui influenciado por autores de la terapia sistémica breve, terapia narrativa y terapia centrada en los recursos. Esta perspectiva pone el diagnóstico en segundo plano, priorizando las excepciones y viendo el problema como algo separado del individuo, en vez de arraigado en un pasado distante. Es un enfoque que utiliza el humor, la relativización y la flexibilidad en la interpretación de situaciones.

 

Con el tiempo, me interesé en el TDA-H, que proviene de una tradición psiquiátrica con un fuerte enfoque en la terapia cognitivo-conductual. Aunque trabajé en clínicas privadas en Barcelona y estudié este modelo en profundidad, me di cuenta que no contradecía mi enfoque anterior. Más tarde, incorporé la terapia motivacional y técnicas de coaching, desarrollando mi propio enfoque de coaching para el TDA-H, una manera útil y positiva de tratar con diagnósticos del DSM.

 

Hoy, el núcleo de mi trabajo es la terapia cognitivo-conductual-narrativa. He escrito varios libros y desarrollado programas terapéuticos computarizados. Mi método es esencialmente un diagrama de flujo que empieza con la terapia sistémica breve, luego se enfoca en recursos, posibilidades y habilidades prácticas como la organización y la gestión del tiempo. La TCC, la utilizo cunado ya he probado lo anterior.

 

A menudo, encuentro que aunque las personas saben lo que deben hacer, algo les bloquea, ya sea una "agenda oculta" o comportamientos evasivos. En estos casos, la terapia cognitivo-conductual y el análisis conductual son esenciales para entender lo que sucede en nuestras mentes cuando actuamos en contra de nuestros propios intereses.

 

Es fascinante que muchas de las técnicas más potentes de la psicología se hayan investigado primero en mamíferos, como palomas y ratas. A pesar de las diferencias evidentes, compartimos una base emocional y de comportamiento. Lo que he aprendido es que a menudo recurrimos a soluciones a corto plazo que generan problemas a largo plazo, y esto va en contra del sentido común. En resumen, mi enfoque combina la búsqueda de excepciones, recursos, habilidades, humor y enfrentar directamente lo que hemos estado evitando. Si un problema no tiene solución, entonces no es un problema. En cada diagnóstico o síntoma, como la falta de atención, hay un objetivo escondido, y mi trabajo es ayudar a descubrirloEntrevistador: 


¿Por qué cambiaste de proyecto doctoral?


Jorge Orrego: Mi primer proyecto estaba centrada en la terapia sistémica, dirigido por el doctor Jose Luis Linares, pero no me sentía completamente satisfecho con ese enfoque, ya que en lugar de diagnosticar individuos, mi tesis se enfocaba en diagnosticar dinámicas familiares y mi formación sistémica anterior tenia un fuerte sesgo anti-diagnóstico "patológicos" . Mi interés creciente estaba dirigido hacia el floreciente auge de la era digital y su potencial aplicación en la psicoterapia, estamos hablando en el año 2005 aprox. Me costó tomar la decisión de cambiar de objeto de tesis y quizás tardé más tiempo del esperado en hacerlo.

Mi segundo proyecto fue de terapia computarizada con la doctora Rosa Raich, cuando se acercaba el plazo para finalizar el plazo de la tesis, ya había logrado contactar con un proyecto interesante ni convencer a nadie para asociarnos, buscar financiación y realizar ensayos clínicos. Surgió un conflicto con mi  catedrática directora de tesis y mi joven y ambiciosa tutora. Mi directora se jubilo cuando caduco el  programa, me ofrecieron continuar en otro y lo rechacé.

Esta experiencia me llevó a una intuición que venía gestándose por una parte el mundo académico no era tan interesante y estaba lleno de intereses extra intelectuales,  y por otro: quizás la tecnología en psicología no se trataba únicamente de códigos binarios, sino más bien de aprender a utilizar el software de nuestro cerebro. Me apoyé en antiguas tradiciones, incluso algunas de culturas aborígenes, y en la ciencia de las interfaces digitales y formas icónicas de organizar la información. Decidí cambiar de dirección.

DIOS Y GOLEM, S. A. COMENTARIO SOBRE CIERTOS PUNTOS EN QUE CHOCAN CIBERNÉTICA Y RELIGIÓN Por: NORBERT WIENER (Leído desde el siglo 21)



Prefacio al Prefacio

En el año 1964, en un mundo que aún estaba explorando los límites de la inteligencia artificial, un autor visionario llamado Norbert Wiener nos planteó una serie de preguntas que, en ese momento, parecían pertenecer al ámbito de la ciencia ficción. Wiener nos desafió a pensar en la posibilidad de crear máquinas que aprendieran, se reprodujeran y, en última instancia, superaran a sus creadores humanos. Sus ideas sentaron las bases para debates éticos y filosóficos que siguen siendo fundamentales en la era de la inteligencia artificial en la que vivimos hoy.

 El movimiento 37 de AlphaGo es mucho más que una jugada en un tablero de Go.  Es un hito histórico en la interacción entre inteligencia hum...