Las sesiones con el psicólogo abandonan el diván y se pasan a la pantalla de ordenador, al menos a juzgar por la cantidad de portales que anuncian “ciberterapias”. Precios más económicos, mayor flexibilidad horaria y la comodidad de no tener que desplazarse son los principales motivos por los cuales este tipo de consultas van al alza. Los colegios de psicólogos y profesionales de terapias presenciales reconocen la eficacia de estos tratamientos, pero advierten de que no todos los problemas pueden ser tratados solo a través de la red.
“Las ciberterapias” viven en la actualidad su máxima eclosión, coincidiendo con la llegada masiva de internet a los hogares. La sensación de lejanía con el profesional y la posibilidad de anonimato que ofrece la computadora hacen aflorar pacientes que de otro modo nunca llamarían a la puerta del psicólogo. Por eso no es de extrañar que los problemas de sexualidad y de pareja se sitúen en los primeros lugares del ranking de las consultas más frecuentes. Otras preocupaciones que colman la lista, según los expertos, son los problemas familiares y las relaciones entre padres e hijos. “La crisis provoca más tensiones familiares”, alertan.