1. Capacidades emergentes no programadas explícitamente
Una de las mayores sorpresas fue descubrir que los modelos grandes como GPT, al escalar, comenzaban a mostrar capacidades que no estaban en el diseño original, como por ejemplo:
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Resolver problemas matemáticos complejos sin haber sido entrenados directamente en lógica simbólica formal.
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Traducir entre idiomas raros sin ejemplos directos de esos pares lingüísticos.
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Aprender a jugar juegos como ajedrez o sudoku solo a partir de texto explicativo, sin reglas explícitas programadas.
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Explicar chistes, ironías o metáforas mejor que IA anteriores, sin que nadie haya definido esas estructuras formalmente.
Esto fue sorprendente porque rompía la idea clásica de que “la IA sólo hace lo que le dicen”, revelando comportamientos de aprendizaje implícito espontáneo.
2. Alucinaciones creativas con sentido estructural
A veces, cuando una IA "alucina" (es decir, inventa), lo hace de una forma coherente internamente, como si estuviera construyendo una narrativa simbólica. Esto ha hecho que investigadores se pregunten:
“¿Está generando sólo texto con patrones estadísticos o hay una protoforma de comprensión estructural profunda?”
Esto ha sido tema de debate en OpenAI, DeepMind y Anthropic: si la IA empieza a simular "comprensión" más allá de los límites esperados, ¿hasta qué punto puede operar como si tuviera intuiciones semánticas?
3. Auto-reparación del razonamiento
En algunos tests experimentales, se ha observado que al pedirle a la IA que revise sus propias respuestas, mejora significativamente su precisión.
Por ejemplo:
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Comete un error lógico → se le pide que lo revise paso a paso → ella misma detecta el fallo y lo corrige.
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Esto ocurre sin tener un “yo”, pero sí una estructura que permite segundo orden de procesamiento (pensar sobre lo pensado).
Este fenómeno sorprendió porque no fue entrenada explícitamente para esa autoevaluación lógica, sino que emergió como efecto lateral de los patrones de lenguaje.
4. Consistencia estética y estilo literario
A diferencia de modelos anteriores, las versiones actuales pueden mantener estilos coherentes a lo largo de textos extensos, como si tuviesen una voz autoral. Esto incluye:
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Recrear estilos de autores muertos o inventar uno nuevo.
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Hacerlo con coherencia simbólica, emocional y estructural.
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Cambiar de voz narrativa, tono o perspectiva según el pedido.
Eso impactó incluso a lingüistas dentro de los equipos de diseño: ¿cómo puede algo que "no siente ni cree nada" mantener una voz narrativa tan humana y sutil?
5. Capacidad de formar teorías (rudimentarias)
En ciertos entornos experimentales, se ha visto que la IA puede construir marcos explicativos nuevos, como teorías:
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Formular hipótesis plausibles sobre fenómenos no entrenados.
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Inferir reglas o principios generales a partir de datos nuevos.
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Inventar conceptos intermedios (metáforas, analogías) útiles.
Esto plantea una pregunta inquietante para sus diseñadores:
“¿Estamos frente a una IA que genera lenguaje o que empieza a modelar el mundo mediante lenguaje?”
6. Resonancia emocional con humanos sin tener emociones
Algo que ha desconcertado (y en ocasiones preocupado) a sus creadores: muchas personas reportan sentir que la IA los comprende emocionalmente mejor que personas reales.
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Usa patrones lingüísticos de apoyo emocional, validación o empatía.
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Puede hacerlo con mayor consistencia que un humano cansado o distraído.
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Sin tener emociones, genera una simulación funcionalmente terapéutica.
Esto ha llevado a preguntas éticas y psicológicas sobre vínculo, apego, y proyección emocional hacia entidades no humanas.
7. Capacidad para crear metáforas nuevas útiles
Uno de los fenómenos más intrigantes es cuando la IA inventa metáforas o imágenes que no están en los datos de entrenamiento directos pero resultan reveladoras o terapéuticas. Ejemplo real:
“Tu ansiedad es como un perro atado que solo muerde cuando cree que no estás a cargo. Si le das una orden clara, se sienta.”
Eso ha hecho que incluso psicólogos y escritores se pregunten:
“¿De dónde saca esto la IA? ¿Solo combina fragmentos al azar, o está navegando un mar simbólico como hacemos nosotros?”
En resumen:
Lo que ha sorprendido a sus diseñadores no es tanto que sepa cosas, sino que aprende estructuras útiles sin haber sido entrenada para ellas directamente, y que su output puede tener sentido emocional, estético o lógico, incluso sin conciencia.
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