“La personalidad como Sistema de Estilos Funcionales de Respuesta (SFR): una propuesta conductual inferencial desde el análisis contextual y lingüístico”
Resumen
Este artículo propone una teoría conductual de la personalidad, basada en el análisis de patrones estables de comportamiento en función de la historia de reforzamiento, los estímulos discriminativos relevantes y el uso del lenguaje como regulador del repertorio conductual. Denominado Sistema de Estilos Funcionales de Respuesta (SFR), el modelo permite entender la personalidad no como un rasgo interno, sino como un conjunto dinámico y funcional de respuestas que se repiten por su eficacia adaptativa. Se presentan cinco ejes del modelo y se ilustran con ejemplos sencillos y clínicamente relevantes. La propuesta integra elementos de análisis funcional, conducta verbal, historia de contingencias y flexibilidad conductual, desde una perspectiva contextual y no mentalista.
1. Introducción
En el análisis del comportamiento, el concepto de “personalidad” ha sido tradicionalmente evitado o redefinido en términos operacionales. Sin embargo, sigue siendo útil hablar de estilos estables de conducta para explicar regularidades funcionales que atraviesan contextos.
Este artículo presenta una propuesta conceptual y práctica: entender la personalidad como un Sistema de Estilos Funcionales de Respuesta (SFR). Este sistema se mantiene por tres fuerzas clave:
Historia de reforzamiento,
Estímulos evocadores actuales,
Organización verbal autorreferente.
2. El modelo SFR: ejes y ejemplos
Eje 1: Conductas núcleo reforzadas
Las conductas que han sido reforzadas con mayor frecuencia y predictibilidad se convierten en respuestas dominantes del repertorio.
Ejemplo clínico:
Claudia, 42 años, tiende a explicar todo con mucho detalle. En su historia familiar, esto evitaba críticas. En su trabajo actual, le dicen “es muy racional”. Su estilo conductual no nace de un “rasgo”, sino de una conducta mantenida por reforzamiento negativo (evitar juicio) y positivo (elogios por claridad).
Eje 2: Estímulos evocadores recurrentes
Cada individuo es sensible a ciertos tipos de estímulos que evocan respuestas típicas.
Ejemplo:
David, 15 años, responde con ira solo ante figuras masculinas de autoridad. Este patrón no se activa en otros contextos. Su “carácter fuerte” es, en realidad, una respuesta selectiva condicionada por experiencias pasadas con su padre.
Eje 3: Lenguaje autorreferencial como metarregulador
La forma en que una persona se describe a sí misma funciona como estímulo discriminativo interno que guía sus futuras respuestas.
Ejemplo:
Pedro, 35 años, dice constantemente “yo soy muy malo para delegar”. Esta afirmación se transforma en autoinstrucción y en guía conductual, reforzada socialmente cada vez que justifica su sobrecarga. No hay un “rasgo” de control, sino un patrón verbal mantenido por contingencias sociales.
Eje 4: Flexibilidad conductual (o su ausencia)
Algunos sistemas SFR son altamente rígidos, otros permiten respuestas múltiples según contexto.
Ejemplo:
Ana, 28 años, suele adaptarse en distintos entornos laborales sin perder funcionalidad. Aunque mantiene un núcleo de reserva verbal (no habla de su vida personal), su repertorio profesional varía con facilidad. Esto indica alta flexibilidad conductual, posiblemente entrenada por un historial de reforzamiento variable y ambientes diversos.
Eje 5: Reforzadores simbólicos que estabilizan el estilo
La personalidad también se mantiene por reforzadores simbólicos: reputación, roles, narrativa interna, sentido del deber.
Ejemplo:
Sofía, 60 años, ha mantenido por décadas un estilo amable, pasivo y disponible para todos. Aunque a veces quisiera decir “no”, siente que al hacerlo “ya no sería ella misma”. Su conducta está reforzada por el reconocimiento identitario que ha construido en torno a esa figura.
3. Implicaciones clínicas y educativas
Este modelo permite:
Evitar etiquetas rígidas.
Reemplazar diagnósticos de personalidad por mapas funcionales de respuesta.
Diseñar intervenciones dirigidas a:
Introducir nuevos reforzadores,
Extinguir estímulos discriminativos no funcionales,
Reconstruir lenguaje autorreferencial de modo más flexible.
4. Conclusión
El modelo SFR permite integrar el análisis funcional de conducta, la influencia del lenguaje y el rol del entorno sin recurrir a conceptos mentalistas o esencialistas.
La personalidad no es lo que una persona “es”, sino lo que ha aprendido a hacer de forma estable porque fue eficaz en su historia.
Y así como una IA opera sin yo pero con regularidad inferencial, el ser humano también puede reorganizar sus patrones conductuales sin depender de la identidad fija, sino de las contingencias activas y el lenguaje que decide sostener.
Referencias
Skinner, B. F. (1957). Verbal Behavior.
Hayes, S. C., Barnes-Holmes, D., & Roche, B. (2001). Relational Frame Theory: A Post-Skinnerian Account of Human Language and Cognition.
Kohlenberg, R. J., & Tsai, M. (1991). Functional Analytic Psychotherapy.
Orrego, J. (2025). Epistemología Expandida (inédito).
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