El potencial del coaching psicológico, nuevas tecnologías y adultos mayores
En la actualidad, muchos adultos mayores manejan herramientas digitales como redes sociales y aplicaciones de mensajería. Para ellos, el desafío es aprovechar al máximo estas tecnologías para mejorar su calidad de vida. Por otro lado, quienes aún no se sienten cómodos con la tecnología pueden beneficiarse del apoyo del coaching psicológico para integrarla en su día a día.
Potenciando el uso de la tecnología
Para aquellos familiarizados con dispositivos digitales, es fundamental descubrir aplicaciones y servicios que enriquezcan su bienestar:
Conexión social: Utilizar plataformas de videollamadas y redes sociales para mantener el contacto con familiares y amigos, reduciendo la sensación de soledad.
Salud y bienestar: Emplear aplicaciones de monitoreo de salud para registrar indicadores como la presión arterial o los niveles de glucosa, facilitando el seguimiento médico.
Ejercicio físico y actividades al aire libre: Participar en eventos como caminatas grupales o clases de baile al aire libre, promoviendo la actividad física y la interacción social. La tecnología puede ayudar a organizar y coordinar estas actividades.
Hobbies e intereses: Inscribirse en cursos en línea sobre temas de interés, estimulando la mente y ofreciendo oportunidades de socialización con personas afines.
El gran potencial del coaching psicológico
El coaching psicológico es idóneo para esta labor porque ofrece un enfoque personalizado que aborda las necesidades emocionales y cognitivas de los adultos mayores. Mediante técnicas de apoyo y motivación, facilita la adaptación al cambio y promueve la autoconfianza, elementos clave para la integración exitosa de nuevas tecnologías en su vida cotidiana.
Para quienes aún no se sienten cómodos con la tecnología, el coaching psicológico puede ser un recurso valiosísimo:
Superación de barreras psicológicas: El coach trabaja para identificar y abordar miedos o resistencias relacionadas con el uso de nuevas herramientas, fomentando una mentalidad abierta hacia el aprendizaje.
Establecimiento de objetivos claros: Junto al adulto mayor, se definen metas específicas, como aprender a realizar videollamadas o gestionar citas médicas en línea, creando un plan de acción paso a paso.
Apoyo personalizado: Se ofrece acompañamiento durante el proceso de aprendizaje, adaptando el ritmo y los métodos a las necesidades individuales, lo que refuerza la confianza y la autonomía.
Iniciativas como el proyecto 'Stop brecha digital' en Algete ejemplifican cómo la combinación de formación tecnológica y apoyo emocional puede combatir la soledad y mejorar la calidad de vida de los mayores. En este programa, los participantes aprenden a utilizar dispositivos móviles e Internet para mantenerse conectados y gestionar tareas diarias.
En resumen, tanto para quienes ya dominan la tecnología como para aquellos en proceso de aprendizaje, el uso consciente y orientado de herramientas digitales, apoyado por el coaching psicológico, puede ser determinante para mantener una vida plena y activa en la tercera edad.
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