Los profesionales que
desean implantar terapias a distancias también se topan con problemas de
políticas en los Estados Unidos, particularmente en relación al traspaso de los
límites de cada estado.
Con el arribo de la teleenfermería y la telemedicina,
los campos de la enfermería y la medicina ya han comenzado a abordar esta
cuestión. Veinticuatro estados han adherido al Pacto de Enfermería de licencia,
a través del cual una enfermera con licencia puede practicar en cualquiera de
esos.
Dentro de la medicina, un consenso general entre los estados es que la
telemedicina se practica cuando el paciente, no el médico, se encuentra fuera
de los límites.
La política podría presentar problemas incluso para los
proveedores tradicionales de cuidado de la salud, sin embargo, por ejemplo,
cuando un paciente llama con un problema médico y está en otro estado. Parece
poco probable que el proveedor por ética se niegue a hablar con el individuo,
realizar una evaluación y hacer recomendaciones sólo porque el paciente estaba
llamando a través de líneas estatales. Por otra parte, el profesional de la
salud ni siquiera sabe de qué estado la paciente está llamando, a menos que el
paciente lo mencione. Otras profesiones de ayuda, incluyendo psicólogos y
consejeros, todavía tienen que tomar decisiones con respecto a la licencia y la
terapia a distancia.
Como a partir de esto la
locación geográfica del tratamiento no puede ser verificada, otro sistema es
necesario desarrollar para asegurar que el profesional está ejerciendo donde
está licenciado para hacerlo. Una forma de alcanzar esa
meta será a través de un sistema nacional de licenciaturas para profesionales
de telesalud (o todas). Algunas preguntas sobre el ejercer a través de
las líneas de los estados incluyen:
-
¿La terapia no prestada a distancia se
produce cuando el proveedor es el que el paciente se encuentra?
-
¿Qué pasa si el paciente vive en el estado donde
se licencia el terapeuta, pero los registros en el sitio web de la terapia son
de otro estado? ¿qué pasa si un paciente le envía un correo electrónico a su
terapeuta mientras viaja en bus, tren o avión y no sabe en qué estado está
actualmente?
-
En la terapia a distancia asincrónica, ¿la
terapia ocurre cuando el terapeuta aprieta “enviar” o cuando el paciente
aprieta “abrir”? ¿cómo puede el terapeuta controlar en dónde el paciente lee el
mensaje (para controlar donde la terapia está ocurriendo)? ¿Es factible y ético
restringir a los pacientes entrar a la web desde otras locaciones?
-
¿Es el bienestar del paciente trabajado por
un terapeuta que no puede interactuar con él desde ciertos estados o países?
Además de las preguntas
sobre cómo definir el alcance geográfico de la licencia de un proveedor de
salud, se especula sobre la necesidad de regular a los terapeutas a distancia.
En la actualidad, no existe una certificación de la formación
necesaria para llevar a cabo el tratamiento a distancia, y puede ser una
cuestión empírica si el entrenamiento especial es necesario en absoluto. En la actualidad, sin embargo, es el "salvaje
oeste" de la terapia en línea: revisiones recientes de los sitios Web de
terapia en línea indican que la mayoría no falla en proveer información acerca
de las licencias profesionales (o incluso sus nombres y formaciones), no
discuten los límites de confidencialidad, y no proporcionan un proceso de
consentimiento informado a los padres de los menores que recibirán tratamiento (menores de 18 años de edad).
El consumidor desinformado puede terminar su elección basándose únicamente en
la apariencia de la página web, dejando el campo libre a que cualquiera pueda
ejercer en línea, incluso aquellos que en persona no tienen las capacidades.
Una sociedad ya ha formado a sus profesionales para proporcionar tratamientos a
través de Internet: La Sociedad Internacional de Salud Mental en Línea, que ha
propuesto estándares de la práctica para mejorar la calidad de la atención.
La Agencia para la Investigación
y Calidad ya ha apoyado TCC asistida por un ordenador como una "intervención
que merece su consideración", y otras naciones -incluyendo el Reino Unido, Nueva Zelanda y los Países
Bajos- han dado pasos más grandes para hacer que las intervenciones basadas en
un ordenador (tanto los tratamientos autodirigidos y terapias a través de Internet) esten a
disposición de sus poblaciones.
Dado que las políticas están hechas para
reducir las barreras y promover la difusión de las intervenciones asistidas por
ordenadores, la industria puede diseñar e implementar soluciones para que estos
recursos lleguen a las personas que pueden beneficiarse de ellos.
Hitos
Pautas
de responsabilidad de productos para los programas de tratamientos autodirigidos.
En el esfuerzo por difundir los tratamientos asistidos por un ordenador, la responsabilidad frente al producto y el temor
a los litigios es el telar más grande. La capacidad de medir y protegerse del
riesgo legal es crucial.
Control
de calidad o certificación de los programas de tratamientos autodirigidos.
Algunos indican que es necesario -uno que sea inmediatamente reconocible por
los consumidores y profesionales de la salud, y que sea difícil de falsificar-
para identificar los programas que han cumplido con los estándares de
evaluación para entregar EBTs para varios problemas de salud mental.
Licencia
profesional que permita ejercer terapias a distancia a través de líneas
estatales. En la actualidad, ya que los terapeutas a distancia
por lo general ni siquiera conocen la ubicación geográfica precisa de sus
clientes, fácilmente se puede llegar la práctica a través de líneas estatales
sin siquiera darse cuenta. Nuevos estándares geográficos se necesitan.
La
certificación profesional de los terapeutas a distancia. El
control de calidad es necesario para la terapia a distancia, tal como es
necesario para los programas de tratamiento autodirigidos. Los programas
acreditados de formación y pistas especiales podrían satisfacer esta necesidad.
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