Distintas
perspectivas de terapia psicológica
Con
el paso de los años, han ido apareciendo distintas escuelas psicológicas,
enfocadas en aspectos distintos de la “psique” humana. Con cada una de estas
escuelas, ha aparecido una terapia psicológica diferente y, a su vez, algunos
psicólogos dentro de cada escuela han ido aumentando y perfeccionando sus
teorías. El enfoque que le dan es distinto, pero
como menciona (Garfield, 1998):
“Ninguna terapia ha sostenido tener menos éxito que
sus rivales”.
Perspectiva
Psicodinámica
El
psicoanálisis, propuesto aproximadamente hace un siglo por Sigmud Freud, fue el
primer sistema estructurado de psicoterapia y, al igual que su teoría sobre la
comprensión psicológica del hombre, éste también se basa en entender el
inconsciente del paciente para así poder llegar a una catarsis y liberar lo que
el cliente tiene reprimido. En otras palabras, la terapia psicodinámica o
psicoanálisis es aquella terapia basada en la suposición de que los desórdenes
psicológicos surgen principalmente de conflictos internos ocultos con los
impulsos reprimidos.
En
la psicoterapia psicoanalítica se pueden distinguir características
particulares como el uso del hipnotismo, que consistía en llevar al paciente a
un estado entre la conciencia y la inconsciencia para que así el individuo
reviva un suceso traumático originario que no había podido ser elaborado
conscientemente y, de esta manera, se permita la desaparición del síntoma. La
interpretación de sueños es también parte del análisis del inconsciente dado
que Freud consideraba al sueño como la búsqueda de satisfacción disfrazada de
un deseo reprimido.
La
terapia psicodinámica ha evolucionado del psicoanálisis clásico al enfoque
neofreudiano, al enfoque analítico del yo, al de las relaciones objetales,
entre otros, donde ha ido adquiriendo aportes importantes de psicólogos como
Adler o N. Ackerman que, basándose en los conceptos dictados por Freud, han
aumentado y corregido aspectos del método freudiano clásico. Así, proponen
cambios en los modos de llevar la terapia, sin embargo, el objetivo sigue
siendo el mismo: ayudar al cliente a obtener y comprender sus motivos y
conflictos ocultos.
Perspectiva
Humanista
Las
Terapias Humanistas son también llamadas existenciales, surgieron por el
rechazo de algunos psicólogos terapeutas hacia la visión de la naturaleza
humana básica que Freud tenía. Afirmaban que nuestros impulsos iban más allá de
los que la teoría freudiana defendía (agresivos y sexuales).
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La
psicología humanista es un modelo de psicoterapia desarrollado por C.
Rogers,(Rogers, 1959; Rogers, Carmichael, & Tubert, 1981)que valora a la
persona como sujeto individual, resalta su carácter único, y está en contra por
tanto de las clasificaciones. Es un modelo positivo porque considera que nacemos con un potencial de desarrollo que
tiende a madurar, y con capacidad de tomar las riendas de su propia vida.
Rechaza el concepto de enfermedad y el de paciente y lo sustituye por el de
cliente.
Esta
terapia se basa en la empatía, en la conexión psicólogo-paciente. Se convertirá
en su "mejor amigo". El trabajo del psicólogo no es pues tratar, sino
hacer crecer el carácter personal. Le
importa el presente, y no el pasado. Actúa cuando ese proceso de maduración
se para porque es ahí cuando surgen los enfrentamientos psicológicos. Es parte
de su forma de trabajo el considerar positivamente y aceptar todo cuanto diga
el "cliente" sin condiciones de valor, evitando corregirle o
dirigirle hacia criterios preestablecidos. Los humanistas creen que el éxito de
una terapia es del cliente y no del terapeuta, que solo es un nexo para la llegada
a ella.
Se
puede encontrar dos formas de terapias humanistas, las individuales y las
grupales; de las primeras podemos dividirlas en las centradas en el cliente y
las gestálticas, y de las segundas están los grupos de encuentro y los de
entrenamiento de la sensibilidad.
Las
terapias humanistas han sido criticadas por no poseer una base teórica
fundamentada y cohesionada, y por la vaguedad de lo que ocurre en la relación
cliente-terapeuta.
Perspectiva
Cognitiva- Conductual
Las
terapias conductuales son formas de psicoterapia que se centran en modificar
los patrones inadecuados de conducta mediante el uso de los principios básicos de aprendizaje, como el clásico y
el operante. Esta perspectiva de las terapias psicológicas postula que los desórdenes se deben a un aprendizaje
fallido y, por tanto, pueden ser
modificados usando los mismos métodos por los cuales fueron aprendidos.
En ese contexto, la tarea
principal del terapeuta conductual se basa en tres puntos:
Modificar
la conducta actual.
Proporcionar al cliente las habilidades que
necesita o eliminar los patrones aprendidos de conducta que le están causando
malestar. Ofrecer al individuo la capacidad del auto cuidado guiado, es decir,
que la persona use estrategias que pueda aplicar para superar sus problemas
cuando no se encuentra con el terapeuta.
Las
terapias cognitivas (Beck & Freeman, 1995; Beck, Rush, B. Shaw, &
Emery, 1983; Ellis & Ibáñez, 1980) son el desarrollo de las aportaciones de
terapeutas independientes, que tienen como mayores representantes a Kelly,
Ellis y Beck. Esta terapia se concentra en la modificación de las formas
fallidas o distorsionadas de pensamiento para aliviar los desórdenes
psicológicos. Su fundamento radica en el
conocimiento que todo proceso cognitivo ejerce grandes efectos en las emociones
y la conducta y la distorsión de estos procesos (suposiciones, creencias, etc.)
genera conductas mal adaptadas y sentimientos negativos perturbadores.
En
la actualidad muy pocos terapeutas utilizan exclusivamente terapias cognitivas
o conductuales. La terapia
cognitiva-conductual (Cognitive Behavioural Therapy, CBT) incluye los mejores
aspectos de las dos aproximaciones (cognitiva y conductual).
La
psicoterapia cognitivo-conductual tiene dos partes, por un lado la reflexión
conjunta sobre el problema. Es responsabilidad del paciente contribuir
plenamente a la definición del problema que no es más que aquello que le preocupa
y le lleva a consulta.
Una
vez establecida la visión que el paciente tiene de su problema, bajo la guía de
su terapeuta, se realiza un análisis funcional del problema, enunciándolo en
términos operativos y modificables. Se fijan así los objetivos de la terapia y
comienza el tratamiento. Este consiste en el establecimiento de un programa
para
modificar conductas, pensamientos y
sentimientos relevantes para
el
mantenimiento del
problema. Algunos de los tratamientos más utilizados en CBT son: exposición, relajación, auto-regulación,
prevención de respuesta, etc.
CBT es la opción de psicoterapia más utilizada en
los servicios de salud pública, algunas de las principales razones para esto
son: que se trata de una terapia muy estructurada, orientada a metas, fácil de
aprender y que necesita menos tiempo que otras terapias.
Debido a estas características, la mayoría de los
tratamientos asistidos por ordenador para salud mental utilizan terapias
cognitivo conductuales (CBT).
Se he comprobado que este tipo de terapias (CBT) curan o mejoran significativamente una gran cantidad de trastornos
psicológicos, tales como depresión, ansiedad o trastornos alimentarios. Estas
terapias son bastante más efectivas, de media, que ningún otro tratamiento o
terapia psicológica y son al menos tan efectivas como la medicación. La Asociación Americana de Psicología
(American Psychological Association, APA) recomienda programas de CBT como
tratamiento prioritario para varios trastornos mentales, entre los que se
incluyen tratarnos de ansiedad, depresión, y trastornos alimentarios entre
otros (Nathan & Gorman, 2002).
Este tipo de aplicaciones se dividen en 2 grupos:
Sistemas
en los que el ordenador se utiliza como apoyo a la terapia presencial tradicional (CCBT). Se revisarán en el
apartado 2.3.3
Sistemas
en los que el propio ordenador guía prácticamente la totalidad de la terapia (Tele-terapia). Se revisarán en el apartado 2.3.4
2.3.
Estado del arte –Herramientas desarrolladas en PAO
En
este punto se realiza una revisión de las distintas herramientas que se han
desarrollado hasta el momento para PAO. Dividimos dichas herramientas en 2 bloques
claramente diferenciados. Por un lado los sistemas no adaptativos, aquellos que
recogen información del paciente pero no la utilizan para modificar el
tratamiento y por otro lado los sistemas
adaptativos, que utilizan las entradas del paciente para tomar decisiones sobre
el propio tratamiento.
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Como
se ha mencionado con anterioridad, el presente trabajo solo considera los
sistemas adaptativos como PAO aunque consideramos que es interesante revisar
también los sistemas no adaptativos que hasta la fecha se han desarrollado.
Gran
parte de la literatura sobre el uso de la tecnología en PAO se centra en las
diversas formas de contacto electrónico, que ofrecen una extensión natural de
las terapias presenciales cara a cara o fTf (del acrónimo face to face en
inglés). Existen evidencias de la utilidad del correo electrónico (Rochlen,
Zack, & Speyer, 2004), chat (Chechele & G. Stofle, 2003),
videoconferencia(Simpson, 2003) o mensajes de texto (Bauer, Percevic, Okon,
Meermann, & Kordy, 2003).
En
el caso particular de los mensajes de texto(Bauer et al., 2003)realizaron un
estudio para el post-tratamiento de la bulimia nerviosa con pacientes recién
dados de alta. Durante 6 meses los pacientes semanalmente informaban sobre su
sintomatología bulímica, a través de mensajes de texto y recibían un combinado
de información pre-programada e información adaptada a su situación. Los
resultados preliminares del estudio indicaron que el programa tuvo muy buena
aceptación y que sirvió de apoyo a los pacientes bulímicos después de terminar
su tratamiento hospitalario.
En
general estos trabajos han demostrado que los diferentes tipos de contactos
electrónicos (correo electrónico, chat y
mensajes de texto) tienen la ventaja potencial de mejorar la reflexión del
paciente durante el proceso terapéutico a través del acto de la escritura.
Una vez se ha establecido el contacto entre el paciente y el terapeuta, hay una
oportunidad para que ambas partes entren en lo que (Suler, 2004) denomina la
"zona de reflexión." Por ejemplo, si se utiliza el correo electrónico
como complemento a una terapia presencial, el proceso normal de la terapia está
mediado por el texto, permitiendo a ambas partes prestar especial atención a su
propio proceso, mientras participan en un diálogo.
El proceso de escribir sobre los problemas o
conflictos propios puede en sí ser terapéutico para algunos pacientes (D. L.
Mitchell & Murphy, 1998). De hecho, (Pennebaker, 1997) proporciona
evidencia empírica de que escribir acerca de las experiencias emocionales es
generalmente útil.
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